Hello!
Mil perdones por mi larga ausencia, he estado muy ocupada disfrutando
todo lo posible, me queda muy poquito como sabéis, sólo mes y medio.
Hoy voy a seguir corroborando lo que he afirmado durante
todo el año, sigo viviendo en una película, pero en vez de hablar sólo sobre un
tema, voy a contar cosas diversas que me han pasado durante mi ausencia en el
blog.
Hace varios días estaba en mi habitación y vi un mapache (racoon
en inglés) fuera de mi habitación desde mi ventana, yo estaba muy emocionada,
porque claro, no estoy acostumbrada a verlos todos los días. Así que cogí mi
cámara de fotos (foto 3), y se lo fui a decir a mi host mum. A ella no le hizo
mucha gracia, y me dijo que son bastante agresivos y desafiantes, y la verdad
es que sí, no he visto criatura más pasota. Mientras intentamos asustarle, allí
permaneció, impasible, desafiándonos con la mirada. Así que decidió llamar al
exterminador de plagas y bichos en general para evitar que se asentara en el
jardín de la casa. Cinco o seis días después,
la foto del mapache en una jaula me llegó al correo mientras estaba en el
instituto.
Hace semana y pico estuve en Morgantown, que es una ciudad
al norte de West Virginia. Está creada para la universidad únicamente, y se
conoce por ser la segunda universidad de Estados Unidos con más fiestas, aunque
también es una buena universidad. El campus es enorme, domina el eclecticismo
arquitectónico, y está completamente tomada por los estudiantes (sobre 30.000 ). Algunos de los edificios se llaman fraternidades, sirven para sus reuniones estudiantiles y los
estudiantes son sus dueños básicamente. Allí estaban afuera jugando al beisbol,
bebiendo cervezas, y con las sillas y la música a todo volumen disfrutando del
sol. La locura más grande que vi, fue el viernes a las 3 PM. Había un chico sin camiseta tumbado en el
techo de un coche, mientras el coche iba rápido cuesta arriba e incluso
derrapaba, no sé donde acabaría el chico. También vi a cuatro estudiantes en un
todo terreno sin puertas, con los pantalones tipo bañador de flores y música
setentera a tope, me recordaron mucho a la serie de los Vigilantes de la Playa.
Por lo que me contaron, también tienen la tradición de quemar sofás en la calle
cada vez que su equipo de fútbol, que es bastante importante, gana un partido.
Pero todo esto no quiere decir que la universidad sea de mala calidad,
solamente que hay mucho universitario descerebrado.
El jueves pasado tuvo lugar en mi instituto una feria, que
llaman the Spring Fair (la Feria de Primavera).
Cada club del instituto vende algún producto para recoger fondos para su
club en un stand en el patio. Por ejemplo, el club de español vendió sandwiches de
chocolate por un dólar. También vendían limonada, perritos calientes, hamburguesas,
fruta con chocolate, muffins…, mientras que la banda del instituto amenizaba la
fiesta continuamente. Todo esto ya es suficientemente americano, pero lo que
más gracia me hizo, es que los alumnos podían tirar tartas (que básicamente era
nata montada), a la cara de los profesores. Cada intento costaba un dólar, y si
se la tiraban al director eran dos dólares. Por suerte yo no estuve entre los
elegidos para recibir el tartazo en la cara (foto 1).
El último evento del que voy a hablar es de mi primera
barbacoa en Estados Unidos a la que asistí. La organizaba un cliente de mi host
dad y fue este sábado. La casa es enorme, con una cocina gigante con ventanas
enormes y la encimera en medio, una mesa de billar en una de las habitaciones…,
pero la barbacoa como es de imaginar fue en el jardín. Allí estaba el dueño de la casa con una visera cocinando la
carne en una barbacoa a la que estaba
unida un tractorcillo con cervezas entre hielos en el remolque y una banderita
de EEUU (ver foto 2). Había unas 25 personas o así invitadas al evento, entre
las que estaban vecinos y amigos de la familia, y como no, no podía faltar el
perro también. Cada persona invitada llevó algo de comida o bebida, y los
dueños aportaron la carne de la barbacoa y bebidas, dos señores
mayores adorables tocando canciones típicas de West Virginia y canciones muy
antiguas, y un castillo hinchable para los cuatro niños que estaban allí.
Como veis estoy experimentando todo lo posible, este sábado
me toca el baile de fin de curso, os daré más detalles, pero por lo que me han
ido contando ya, parece que va a ser
otra aventura memorable.
¡Hasta pronto!
¡Lo de las tartas me ha matado!
ResponderEliminarSí que es como en las pelis; menos lo del mapache; Pensaba que eran más simpáticos jajajajaja
jajjjaja, yo también, de hecho a mí me hizo mucha ilusión xDD. En realidad lo del mapache más que a las pelis, me recuerda al juego de los Sims, cuando tiran el cubo de basura, y hay que llamar a la patrulla antibichos xD, porque también me dijeron que hace eso...
ResponderEliminarQuiero fotos del baile de fin de curso con el quaterback buenorro de turno XDDD
ResponderEliminarhahahah, pues la verdad es que tampoco sé muy bien quién son, y los que son mis alumnos no están nada buenorros, merecen mucho más la pena los que juegan a nuestro fútbol
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